Los parásitos licúan los peces muertos

La Kudoa-thyrsit convierte la carne de pescado en papilla viscosa

Cuando el huésped muere, las esporas microscópicas de la Kudoa empiezan a digerir la carne del pescado. Una vez han completado su trabajo, puedes beberte el pescado con una pajita...

"Los Kudoa no son perjudiciales para los seres humanos ni para los peces vivos. Sin embargo, el parásito mixospora tiene el potencial de afectar negativamente a la venta de pescado," dijo la Parasitologin Lucilla Giulietti del Instituto Noruego de Investigación Marina, que estudia el parásito como parte de su tesis doctoral. El Kudoa-Thyrsit es microscópicamente pequeño: una espora diminuta, emparentada con especies de ortigas como las medusas, los corales y las anémonas de mar, que causa "mioliquefacción" post mortem, un reblandecimiento de la carne hasta tal punto que el pescado se vuelve invendible.

Las esporas de Kudoa invaden el tejido muscular del pez de una forma desconocida para la ciencia. Permanecen allí hasta que el pez muere. Post mortem, los parásitos empiezan a producir enzimas que "digieren" la carne del pescado. En un plazo de 24 a 36 horas, está líquida y tiene el aspecto de una papilla de pescado viscosa.

"La dificultad es que el pescado tiene un aspecto absolutamente bueno justo después de la captura. Puede llegar al mostrador de pescado e incluso a un cliente antes de que la carne esté líquida," dijo Giulietti. En este caso, el cliente se llevará una desagradable sorpresa. "En Perú, por ejemplo, esto le ocurre a cerca de la mitad de la merluza, un pescado corriente. Mucha gente allí cree que es normal que el filete de pescado tenga este aspecto al cabo de unas horas,", explica.

Al controlar las capturas de caballa noruega durante los últimos quince años, los científicos han encontrado parásitos Kudoa hasta en el uno por ciento de los peces capturados. "Los Kudoa son un grupo mundial de parásitos que se encuentran en muchas especies diferentes de peces,", explica Giulietti.

A petición de la industria pesquera, el Instituto Noruego de Investigación Marina investiga las capturas de caballa directamente a bordo de los cúteres o arrastreros en busca de microbios y parásitos. Aunque algunos parásitos se benefician del cambio climático y proliferan ahora en aguas más cálidas, los investigadores no han observado, afortunadamente, ningún aumento del número de Kudoa en los últimos quince años.

"Pero en 2002 se produjeron grandes brotes de una especie de Kudoa en el salmón de piscifactoría canadiense que causaron importantes pérdidas económicas, y el parásito responsable parece ser la misma especie encontrada en la caballa noruega", explica Giulietti.