Primer vistazo en 3-D a un cañón submarino

Por primera vez, unos investigadores consiguieron captar imágenes tridimensionales de un cañón submarino.
La estrella de este proyecto fue el cañón de Whittard, en el golfo de Vizcaya. La cartografía tridimensional se logró utilizando dos robots marinos e instrumentos de medición basados en barcos, y las imágenes resultantes fueron asombrosas.
Por su arduo trabajo, los investigadores disponen ahora de mapas a diferentes escalas, que van desde toda la longitud del cañón hasta el tamaño de un solo pólipo de coral de agua fría (que representa la unidad más pequeña).
Estos mapas "anidados" funcionan sobre la base de las muñecas rusas Matryoshka, en el sentido de que el mapa más pequeño y detallado forma parte de un mapa a mayor escala, que a su vez forma parte de otro mapa aún mayor.
Los cañones submarinos son uno de los hábitats más complejos del mundo y se consideran puntos calientes de biodiversidad. Al igual que los cañones terrestres, pueden tener lados escarpados con acantilados verticales y formaciones rocosas salientes. En el pasado, estaban fuera del alcance de la tecnología convencional de obtención de imágenes marinas y seguían siendo los hábitats olvidados de las profundidades marinas, pero ya no.
Ahora, nuestra robótica y tecnologías avanzadas pueden recopilar datos en estas zonas de difícil acceso, lo que nos permite echar un vistazo a los patrones de biodiversidad y sus procesos subyacentes.
En el caso del Cañón Whittard, las ecosondas a bordo del RRS James Cook crean un mapa de 200 km del cañón con una resolución de 50 m/píxel. Las paredes verticales del cañón se cartografiaron utilizando un robot-sub "Autosub6000" de nuevo desarrollo, dirigido lateralmente, con una resolución de 3 a 5 metros por píxel. Al mismo tiempo, el ROV "Isis" grabó vídeo HD y también recogió muestras biológicas y geológicas de los puntos verticales y salientes. Lo hace mientras está suspendido de una cuerda de sujeción desde arriba por el RRS James Cook.
Los datos recogidos por el ROV "Isis" se utilizaron para crear mapas muy detallados con resoluciones de 10 a 20 cm.
La Dra. Veerle Huvenne, del NOC, dirigió la expedición de cinco semanas. Describió el cañón como espectacular, diciendo que "nuestros vehículos robot captan imágenes de ricas comunidades de corales de aguas frías, almejas, ostras de aguas profundas y su fauna asociada, incluida una amplia gama de especies de peces. También captamos imágenes asombrosas de tiburones azules y peces espada cuando el robot marino Isis se desplazaba hacia y desde el lecho marino."
De hecho, el Cañón Whittard ha demostrado ser un entorno muy dinámico con fuertes flujos internos de marea, que contiene profundas plumas de sedimentos ricos en materia orgánica.
Para examinar estos procesos oceanográficos, se utilizó un planeador robótico para vigilar continuamente la columna de agua. El resultado fue un descubrimiento sorprendente: la presencia de olas internas de hasta 80 metros de altura.