La solución a la basura de plástico se encuentra... en la basura

Científicos del Instituto de Tecnología de Kioto han descubierto una bacteria capaz de descomponer el polietileno tereftalato (PET), un material plástico muy utilizado, lo que posiblemente abra un nuevo capítulo en la lucha contra los residuos plásticos. El PET se utiliza a menudo en el envasado de alimentos y en la fabricación de botellas de plástico. Cada año se producen unos 300 millones de toneladas de plástico. De ellas, unos 56 millones se utilizan para fabricar productos de PET. Actualmente, sólo se recicla una parte muy pequeña, mientras que el resto acaba como basura en nuestro medio ambiente, principalmente en los océanos. Para llevar a cabo su investigación, los científicos tomaron 250 muestras de sedimentos, suelo y aguas residuales de una planta de reciclaje de botellas de PET, y buscaron un microorganismo que consumiera el material de PET. En el proceso, encontraron algunos microbios que parecían descomponer una película de PET, pero resultó que sólo una bacteria -a la que denominaron "Ideonella sakaiensis 201-F6"- era responsable de la degradación del PET. Pruebas posteriores demostraron que la bacteria era capaz de descomponer una fina película de PET en seis semanas si la temperatura ambiente se mantenía a 30 grados Celsius. Para ello utiliza dos enzimas clave que descomponen el plástico. Al final del proceso, el PET se convierte en ácido tereftálico y etilenglicol, ambos no perjudiciales para el medio ambiente. Comentando el descubrimiento, el bioquímico Uwe Bornscheuer, de la Universidad de Greifswald, lo describió como un gran logro, pero dijo que el proceso digestivo era lento. No participó en la investigación. Este descubrimiento puede resultar un avance interesante para el reciclaje del PET. Además de la posibilidad de utilizar la batería para eliminar los residuos de plástico del medio ambiente (hasta cierto punto), si se consigue aislar el ácido tereftálico, podría constituir la base para producir un nuevo tipo de plástico más barato sin utilizar petróleo. Enlace al estudio: http://science.sciencemag.org/content/351/6278/1196