Científicos exploran un nuevo volcán submarino en un sumergible

Un equipo de científicos se embarcó recientemente en una expedición frente a la costa de El Hierro para examinar un nuevo volcán submarino. Los científicos, procedentes de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), el Instituto Español de Oceanografía (IEO, Centro Oceanográfico de Canarias) y el GEOMAR Helmholtz Centre for Ocean Research Kiel se aventuraron bajo el agua en el sumergible "JAGO" para realizar sus observaciones y recoger muestras de primera mano. Al mismo tiempo, también examinaron un cráter secundario que aún sigue emitiendo agua caliente en una superficie de 100 metros cuadrados. La isla de El Hierro es la más nueva y geológicamente más activa del archipiélago canario. Había permanecido en silencio durante 500 años, hasta que un nuevo volcán emergió mar adentro, cerca de la localidad costera de La Restinga. La preocupación por la seguridad de la ciudad llevó a investigar exhaustivamente el asunto. Sin embargo, no ha sido hasta ahora, más de cuatro años después, cuando los científicos han podido realizar una investigación in situ del nuevo volcán. A bordo del buque de investigación alemán POSEIDON, un equipo de científicos de diversas organizaciones estuvo en el lugar del 7 al 15 de febrero. Utilizando el sumergible JAGO, documentaron el lugar y la actividad hidrotermal en curso, y recogieron muestras de gases, líquidos y otras sustancias volcánicas e hidrotermales. "El proyecto VOLCANO ha vigilado la agitación volcánica de El Hierro desde la erupción de octubre de 2011. Pero en la reciente expedición, nos beneficiamos de la oportunidad única de evaluar la actividad en curso en el fondo marino utilizando el sumergible JAGO,"dijo la profesora Juana Magdalena Santana Casiano, oceanógrafa química del Instituto de Oceanografía y Cambio Global de la ULPGC. Ella ha estudiado las perturbaciones físico-químicas causadas por el volcán submarino que han provocado cambios significativos en la composición de las comunidades locales de plancton. "Nuestros hallazgos ponen de relieve el papel potencial de esta etapa de desgasificación como experimento natural a escala de ecosistema para el estudio de los efectos de los factores estresantes del cambio global en los entornos marinos,"añadió. En 2014, el vehículo teledirigido (ROV) Liropus 2000 documentó lo que parecían extensos depósitos de costras de óxido de hierro, tapetes bacterianos y respiraderos de baja temperatura cerca de la cima del volcán. Al año siguiente, el penacho de gas y agua muy ácida se desplazó hacia el sureste de la cumbre y ahora se ha concentrado en una depresión del flanco superior del volcán. Una muestra del vidrio volcánico fresco del cráter -tomada por JAGO- indica que éste es el rasgo más reciente del volcán. Durante sus inmersiones con la JAGO, el Prof. Casiano y la Dra. Fraile Nuez observaron que este cráter secundario tenía ceniza muy fresca y escoria recubierta de óxidos de hierro. Desde el fondo del cráter se emitía agua a una temperatura de 39 grados Celsius, que se extendía por una superficie de varios cientos de metros cuadrados. Había una descarga más focalizada en respiraderos más pequeños, con chimeneas de cinco centímetros de altura. Había una fina capa de bacterias en todas las superficies alrededor de los respiraderos. Por encima del cráter, el agua estaba enturbiada por un penacho blanco lechoso, probablemente formado por partículas en suspensión de sílice amorfo procedente de las chimeneas. Desde que el volcán inició su nueva etapa de desgasificación hace tres años, los científicos habían registrado importantes anomalías físico-químicas en la columna de agua. "JAGO nos permitió corroborar nuestros primeros hallazgos y presenciar con nuestros propios ojos el proceso que creó estas irregularidades con nuestros propios ojos. Y lo que es aún más importante, pudimos medir sus orígenes,"dijo el Dr. Nuez. Sin embargo, aún se desconocen las causas de las anomalías. Las muestras de agua, gas y rocas que se han recogido se están estudiando ahora en los laboratorios de las instituciones participantes. Todas las instituciones están cooperando estrechamente para averiguar más sobre los procesos que tienen lugar en el fondo marino. "Los nuevos hallazgos muestran que, desde la crisis de 2011, el volcán se ha bañado en agua caliente a medida que se enfría el magma subvolcánico. Por tanto, es importante seguir vigilando el volcán para evaluar el impacto de la actividad en curso,"dijo el profesor Mark Hannington, geólogo marino del GEOMAR y científico jefe de la expedición.". Info: www.geomar.de