La estructura biohermética de la Gran Barrera de Coral es tres veces mayor de lo previsto

Una nueva investigación ha revelado la existencia de vastos campos formados por montículos circulares en el norte de la Gran Barrera de Coral (GBR); en esencia, se trata de otra estructura arrecifal justo detrás del famoso arrecife. En realidad, los científicos ya sabían de su existencia desde las décadas de 1970 y 1980. Denominados biohermas de Halimeda, los montículos en forma de rosquilla miden de 200 a 300 metros de diámetro y tienen hasta 10 metros de profundidad en el centro. Están formados por el crecimiento de Halimeda, un alga verde formada por segmentos calcificados vivos. Con el tiempo, tras su muerte, las algas se convierten en escamas de piedra caliza que acaban transformándose en los grandes montículos, llamados biohermas. Hasta ahora, los científicos no tenían ni idea de la forma real, el tamaño y la gran escala de estas estructuras. El equipo de científicos, procedentes de la Universidad James Cook, la Universidad de Sidney y la Universidad Tecnológica de Queensland, ha utilizado datos de alta resolución del fondo marino para este proyecto. Sus hallazgos se han publicado en el reciente número de la revista Coral Reefs. La autora principal, Mardi McNeil, de la Universidad Tecnológica de Queensland, declaró: "Ahora hemos cartografiado más de 6.000 kilómetros cuadrados. Eso es tres veces el tamaño estimado anteriormente, y abarca desde el Estrecho de Torres hasta justo al norte de Port Douglas. Está claro que forman un importante hábitat interarrecifal que cubre una superficie mayor que los arrecifes de coral adyacentes." Dejando a un lado las buenas noticias, ha surgido la cuestión de la resistencia de los biohermosos al cambio climático. Al ser organismos calcificadores, pueden ser susceptibles a la acidificación de los océanos y al calentamiento global. La profesora asociada de la Universidad de Sídney Jody Webster se preguntó si, y en qué medida, las biohermas de Halimeda se han visto así afectadas. El nuevo descubrimiento ha abierto el camino a nuevas vías de investigación. El Dr. Beaman explicó: "Por ejemplo, ¿qué nos dicen los sedimentos de 10 a 20 metros de espesor de las biohermas sobre los cambios climáticos y medioambientales del pasado en la Gran Barrera de Coral a lo largo de esta escala temporal de 10.000 años? Y, ¿cuál es el patrón a escala más fina de la vida marina moderna que se encuentra dentro y alrededor de las biohermas ahora que comprendemos su verdadera forma?" La investigación posterior consistiría en la extracción de núcleos de sedimentos, estudios geofísicos subsuperficiales y tecnología de vehículos submarinos autónomos para averiguar más sobre los procesos físicos, químicos y biológicos de las biohermas. Más información: www.jcu.edu.au Enlace al estudio: http://link.springer.com/article/10.1007%2Fs00338-016-1492-2