SSI x Bordes de la Tierra: Bucear en los excepcionales cenotes de Mérida

Adam-Moore

Una y otra vez nos han pedido nuestra lista de "lo mejor" en materia de buceo. Aunque no es fácil confeccionarla, hay un lugar que siempre destaca: Mérida, México. Situada en el extremo norte de la península de Yucatán, Mérida no siempre recibe la atención de sus vecinos o incluso de la costa oeste de México. Pero para nosotros, este rincón más tranquilo del país destaca como uno de los mejores lugares de buceo de la región, sin lugar a dudas.

Lo que más nos gusta de Mérida es que, a pesar de ser la ciudad más grande de la península, no se ha visto afectada por la oleada de turismo de masas. En cambio, en lugares como Cozumel, Tulum, Cancún y Playa del Carmen el turismo ha aumentado considerablemente. No es de extrañar que tanta gente acuda a esta costa caliza, un lugar que hace eones fue un arrecife sumergido. Su belleza natural, su rica cultura y su profundo sentido del misterio la convierten en una de las maravillas más accesibles para los viajeros del hemisferio occidental.

¿Qué hace que Mérida sea tan especial?

Mérida alberga un intrincado sistema de cenotes que yacen justo bajo la superficie. Estos sumideros de agua dulce, formados por el colapso de piedra caliza porosa, son un fenómeno geológico que ocupa los sueños más salvajes de muchos buceadores. Bajo la península de Yucatán se encuentra también el sistema fluvial subterráneo más largo jamás descubierto, que conecta cenotes de formas que han desconcertado a las comunidades científicas y de buceadores que los estudian.

Bucear en estas maravillas naturales es una experiencia de otro mundo: aguas cristalinas, espectaculares rayos de luz que atraviesan la oscuridad y una quietud envolvente que parece no haber sido tocada por el tiempo. A diferencia de las inmersiones en el océano, estos mundos submarinos ofrecen un entorno de tranquilidad único que no puede encontrarse a esta escala en ningún otro lugar.

Lo que hace que los cenotes de Mérida sean aún más notables es su significado cultural y espiritual. Para los mayas, eran portales sagrados al inframundo, Xibalba, que conectaban a los vivos con lo divino.

Cada cenote tiene su propia personalidad: cámaras cavernosas, pasadizos estrechos con antiguas estalactitas y restos arqueológicos como cerámica, huesos y fósiles.

Bucear aquí se convierte en mucho más que un deporte. Es más bien un viaje en el tiempo, lo que convierte a Mérida en uno de los destinos de mayor peso para los buceadores de todo el mundo.

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A diferencia de muchos otros lugares de buceo con conexiones históricas, los cenotes encierran un aura de misterio incomparable. Esto se debe en parte a que se sabe muy poco sobre la extensión total de este vasto sistema fluvial subterráneo. Se calcula que hay entre 8.000 y 9.000 cenotes en Yucatán, aunque muchos permanecen inexplorados. Alrededor de Mérida existe lo que se denomina el"Anillo de Cenotes", que representa aproximadamente el 11-12% de estas formaciones, creando aquí mismo una concentración única de lugares de buceo. Este fenómeno geológico remonta sus orígenes al impacto de un meteorito que golpeó la península hace 66 millones de años, un acontecimiento tristemente célebre por ser la causa más probable de la extinción de los dinosaurios.

Con miles de cenotes para elegir, tu experiencia de buceo aquí se reduce a habilidad, preparación y, para algunos, valentía. Los cenotes ofrecen algo para cada uno, siempre que estés dispuesto a sumergirte en un mundo de oscuridad, quietud y secretos.

Tanto el submarinismo como la apnea son opciones, pero no todos los cenotes son iguales. Bucear en esta región requiere, como mínimo, una certificación Advanced Open Water y un guía local experto que comprenda las complejidades de estos sistemas. Un briefing de inmersión claro es crucial, ya que muchos cenotes abiertos a la exploración también tienen sistemas de cuevas totalmente cerrados, accesibles sólo para quienes tengan formación en Full Cave Diving.

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Hace dos décadas, los cenotes eran prácticamente desconocidos para el mundo exterior. Los primeros buceadores fueron auténticos pioneros, cartografiando y documentando un sistema que desde entonces ha atraído a exploradores y aficionados de todo el mundo. Sin embargo, aún hoy, gran parte de este mundo subterráneo sigue siendo desconocido, y se descubren nuevos cenotes con regularidad.

Estas exploraciones pioneras las llevan a cabo buceadores con certificaciones avanzadas en cavernas y cuevas, que siguen protocolos estrictos para navegar con seguridad por estos lugares intrincados y a menudo peligrosos. Para quienes buscan superar sus límites, los cenotes no sólo son un destino de primera clase, sino también un lugar incomparable para realizar Cavern & Cenote Diving y recibir formación en buceo en cuevas.

A la hora de buscar guías para nuestras inmersiones en Mérida, buscábamos tres cosas: experiencia en el buceo técnico en cuevas, amplios conocimientos locales y compromiso con la comunidad maya, los custodios originales de estas tierras y sumideros.

Durante generaciones, estas comunidades han cuidado de los cenotes, reconociéndolos no sólo como fuentes vitales de agua, sino como espacios sagrados profundamente arraigados en su identidad cultural y espiritual. El acceso a estos cenotes suele requerir el permiso de las familias locales propietarias de la tierra y responsables de su protección, y a veces el pago de una entrada. Gestionan la tierra colectivamente, asegurándose de que las decisiones sobre su uso se ajustan tanto a las prácticas tradicionales como al bienestar del ecosistema.

Como visitantes, es fundamental acercarse a estos cenotes con el máximo respeto, reconociendo que nos adentramos en espacios de inmensa reverencia cultural e histórica.

En los últimos años, ha habido informes de maltrato de los cenotes: visitantes que dejan basura en los sumideros y sus alrededores, que graban sus nombres en los lugares para marcar que han estado allí, que invaden lugares a los que no deberían ir y que van con guías no acreditados a sitios complejos que están fuera de su alcance.

No me malinterpretes, este tipo de comportamiento destructivo es más omnipresente de lo que te imaginas en los lugares de buceo de todo el mundo. Pero aquí, con lo serios que son los lugares y la relevancia cultural que tienen para la comunidad, este comportamiento destructivo puede causar problemas mucho mayores de lo que cabría esperar.

Después de todo, estos lugares se consideran literalmente portales al inframundo en la cultura maya. Lo último que quiere un buceador es sobrepasar los límites y sentir las repercusiones de la mitología que reina aquí desde hace mucho tiempo.

Pero la mayor parte del tiempo, bucear en los cenotes es una experiencia hermosa y relajante que parece un viaje al pasado. Con una temperatura del agua estable de 25-26°C (77-78°F) durante todo el año, nos mantuvimos calientes con trajes de neopreno de 3 mm.

Los lugares son tan impresionantes arriba como abajo, con una exuberante maleza que enmarca las entradas y animales como aves, murciélagos e insectos que añaden vida a la escena.

Bajo el agua, las formaciones únicas y los ocasionales artefactos mayas ofrecen atisbos de un mundo pasado, haciendo que cada descenso parezca una inmersión arqueológica en la historia. Antes de nuestras inmersiones, a menudo nos encontrábamos saltando desde los salientes de los cenotes, nadando en aguas impecables y empapándonos de la quietud de estos espacios sagrados. Empezábamos por la mañana temprano y buceábamos hasta el anochecer, rematando cada día con comidas tradicionales mayas compartidas con las familias que gestionan los cenotes.

Bucear aquí es participar en un diálogo con las personas que han conservado estos lugares durante siglos. Al trabajar con centros de buceo que respetan estas relaciones y siguen los protocolos locales, contribuimos a apoyar los esfuerzos de custodia de las comunidades mayas, al tiempo que establecemos una conexión más profunda con los lugares que exploramos. Hemos comprobado sistemáticamente que van de la mano.

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Las situaciones en las que hemos tenido el privilegio de conectar con las comunidades que llaman hogar a estos increíbles lugares siempre han coincidido con nuestras inmersiones más memorables e impactantes. Hemos aprendido que bucear en estos impresionantes lugares significa comprender la historia y la cultura lo mejor que podamos durante nuestro limitado tiempo en cada lugar.

Como viajeros, vamos y venimos, pero la gente con la que colaboramos mientras estamos en Mérida vive aquí. Aunque clasificamos con orgullo este lugar entre los mejores destinos de buceo del mundo, esa designación conlleva una responsabilidad: tratar estos lugares con cuidado, respeto y compromiso para preservar su importancia holística.

Lugares de buceo como éstos brindan una rara oportunidad de conectar profundamente con el pasado, aprender del presente y reflexionar sobre nuestro lugar en el mundo interconectado. La verdadera magia de los cenotes de Mérida no reside sólo en su belleza, sino en la conexión que forjan entre las personas, la historia y las sobrecogedoras profundidades bajo la superficie.

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Andi Cross es Embajadora de SSI y dirige la expedición "Los Límites de la Tierra", que pone de relieve historias de progreso positivo en los océanos y cómo explorar el mundo de forma más consciente. Para mantenerte al día de la expedición, sigue al equipo en Instagram, LinkedIn, TikTok, YouTube y su sitio web.