© Phronima is a crustacean that lives in the twilight zone of the ocean, where there is nowhere to hide from predators. In addition to being nearly transparent, a new study has found that these crustaceans carry an anti-reflective optical coating.
(c) Laura Bagge, Duke University
© Photos from a scanning electron microscope show the brush-like array of light-absorbing structures on the leg of a midwater crustacean called Cystisom.
(c) Laura Bagge, Duke University
© The tiny spheres that perform the same function on the body of Phronima, another midwater crustacean. The spheres may be a colony of bacteria specific to Phronima.
(c) Laura Bagge, Duke University
Camuflaje de alta tecnología en las profundidades oceánicas
November 9, 2016
Jugar al escondite en las profundidades oceánicas
Un nuevo estudio de la Universidad de Duke y el Instituto Smithsonian ha demostrado
que los crustáceos de aguas intermedias (anfípodos hiperiidos) utilizan
sofisticadas técnicas de camuflaje para esconderse de los depredadores.
Resulta que sus patas y cuerpos están recubiertos de
recubrimiento antirreflectante que puede amortiguar el reflejo de la luz
hasta 250 veces en algunos casos, impidiendo así que la luz rebote
a un depredador potencial.
Además, este revestimiento parece estar hecho de bacterias vivas.
En concreto, parece ser una lámina de microesferas uniformes más pequeñas
que la longitud de onda de la luz cuando se observan con un microscopio electrónico.
Según Laura Bagge, directora del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad de Duke
Duke, "esta capa de pequeñas esferas reduce los reflejos
las paredes de un estudio de grabación suavizaría los ecos".
suavizaría los ecos".
Las esferas miden entre 50 y 300 nanómetros de diámetro, según la
especie de anfípodo. El diámetro óptimo es de 110 nanómetros, ya que así
resulta en una reducción de la reflectancia de 250 veces.
Para su estudio, Bagge trabajó con el biólogo Sönke Johnsen. Examinaron
siete especies de anfípodos, y todos parecían tener su propia especie de
bacterias ópticas simbióticas.
"Tienen todas las características de las bacterias,
pero para estar seguros al cien por cien, tendremos que llevar a cabo un profundo
proyecto de secuenciación,". dijo Bagge.
Si el revestimiento óptico está realmente vivo, los investigadores tendrían que averiguar cómo surgió esta relación simbiótica.
El descubrimiento del revestimiento antirreflectante vivo puede tener aplicaciones
tecnológica, por ejemplo en forma de "conjuntos de pezones" que reducen la reflexión
que se utilizan en el diseño de ventanas de cristal y que también se encuentran en los ojos de las polillas.
ojos de las polillas, presumiblemente para ayudarlas a ver mejor por la noche.