Mar Báltico: La voladura de una mina en la reserva marina mata marsopas

Daños medioambientales dramáticos en el Fehmarnbelt

En agosto de 2019, la marina alemana voló 42 minas terrestres en el mar Báltico alemán en una maniobra de la OTAN, 39 de ellas en la reserva natural de Fehmarnbelt, uno de los criaderos más importantes de marsopas comunes. En las semanas siguientes a las explosiones, 18 de los mamíferos aparecieron muertos. La Unión para la Conservación de la Naturaleza (NABU) condenó enérgicamente el procedimiento y criticó la falta de implicación de las autoridades de conservación de la naturaleza como una violación de la Ley Federal de Conservación de la Naturaleza.

La Bündnis 90/Die Grünen presentó entonces una petición menor al Gobierno Federal alemán titulada "Detonaciones de municiones y artefactos en zonas marinas protegidas". Tras más de seis semanas llegó una primera respuesta muy vaga. El Director General Federal de NABU, Leif Miller:

"La respuesta del Gobierno Federal revela toda la catástrofe de las demoliciones: en medio de una reserva marina, cada mina ha desgarrado un cráter de cinco metros de ancho y medio metro de profundidad en arrecifes estrictamente protegidos. En un radio de diez a treinta metros, se destruyó toda forma de vida. Nadie sabe aún cuántas marsopas resultaron realmente heridas o muertas durante la época de reproducción. Se han conocido 18 hallazgos muertos de estos mamíferos marinos estrictamente protegidos durante el periodo en cuestión. El incidente es insoportable y revela la ignorancia de las leyes de protección de la naturaleza aplicables y las inadecuadas normas medioambientales de la Marina, así como el completo fracaso de la política en el tratamiento del problema del legado de guerra. "

La ubicación de las minas terrestres es conocida por las autoridades responsables desde 2016. En opinión de la NABU, el argumento esgrimido por el Gobierno Federal de que la voladura en verano de 2019 ofrecería la "oportunidad inmediata de conjurar el peligro para la vida y la integridad física" no es aplicable. La maniobra de la OTAN era probablemente más una buena oportunidad para explotar las minas terrestres de forma rentable y evitar costosos procesos de coordinación con las autoridades de conservación de la naturaleza.

Más de 1,6 millones de toneladas de municiones de la Segunda Guerra Mundial yacen como un legado mortal en el Mar del Norte y el Mar Báltico alemanes. Los núcleos de munición se corroen y las toxinas peligrosas se acumulan en la flora y fauna marinas y llegan a la cadena alimentaria y a los seres humanos. Recientemente, la Conferencia Alemana de Ministros de Medio Ambiente ha decidido elaborar un concepto común para la eliminación de municiones.

Más información: https://www.nabu.de/natur-und-landschaft/meere/lebensraum-meer/gefahren/27276.html