Concedidas licencias mineras para un millón de kilómetros cuadrados de fondos marinos

Informe de Greenpeace: La minería en aguas profundas amenaza los ecosistemas marinos

El proyecto de extracción a gran escala de nódulos de manganeso en aguas profundas amenaza con destruir ecosistemas marinos únicos y extinguir especies enteras. Así se desprende de un reciente informe de Greenpeace

Países como China, Corea, Gran Bretaña, Francia, Rusia y Alemania planean introducirse en la industria minera de los fondos marinos para acceder a codiciados metales y elementos de tierras raras. "Las profundidades marinas son el mayor ecosistema del mundo y albergan criaturas únicas que apenas hemos explorado. La minería en el lecho marino es una catástrofe ecológica", afirma el Dr. Christian Bussau, experto marino de Greenpeace.

Alemania ha conseguido licencias de minería para dos regiones de aguas profundas, que actualmente investiga el Instituto Federal de Geociencias y Recursos Naturales (BGR). En zonas tan extensas como los estados de Baviera y la mitad de Renania-Palatinado, se prevé extraer nódulos de manganeso en los océanos Pacífico e Índico. Para recoger los tubérculos, las máquinas tienen que excavarlos del sedimento con enormes rodillos. Al hacerlo, también privan a toda la capa del suelo poblada de vida marina. Las enormes nubes de sedimentos liberadas de este modo podrían perturbar gravemente la cadena alimentaria del mar, causar la muerte del plancton y de pequeños animales, y despojar a los peces de su base alimentaria. Todo el ecosistema estaría en peligro.

Las posibles consecuencias catastróficas de la explotación minera de los fondos marinos son conocidas por la competente Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA). No obstante, la AIS ha aprobado las 29 sublicencias solicitadas anteriormente. El informe de Greenpeace muestra que la agencia ya ha concedido licencias para una superficie de alrededor de un millón de kilómetros cuadrados, mayor que España.

En los fondos marinos hay grandes yacimientos de cobalto, cobre, níquel y elementos de tierras raras, que son importantes para la construcción de, por ejemplo, dispositivos digitales como teléfonos móviles, ordenadores o baterías. La demanda de estas materias primas aumenta en todo el mundo de año en año. El "Öko-Institut" de Friburgo ya advierte de que el cobalto podría escasear temporalmente. Este metal se utiliza, por ejemplo, en teléfonos inteligentes y paneles solares. Los yacimientos submarinos superan varias veces los recursos terrestres.

También está amenazada de destrucción la hasta ahora apenas explorada región de aguas profundas Ciudad Perdida, en el océano Atlántico, a la que Greenpeace se dirige en una expedición para la conservación marina con su buque de acción "Esperanza". Los investigadores creen que en lugares como éste podría tener su origen la vida en la Tierra. Los científicos a bordo del "Esperanza" quieren explorar la Ciudad Perdida con un robot de buceo. "Sólo un sólido Acuerdo de Protección Marina de la ONU puede proteger estos tesoros oceánicos", afirma Bussau.