Malin Head: El cementerio de los gigantes (2)

Parte 2: HMS Audacious

Las profundas y cristalinas aguas de Malin Head, en Irlanda, fueron en su día una ruta de navegación para convoyes en tiempos de guerra y, tras dos Guerras Mundiales, el lecho marino es ahora un cementerio de pecios de gran tamaño. En la segunda de cuatro minicuentos nos ocupamos del HMS Audacious, el primer acorazado británico que se perdió en la 1ª Guerra Mundial. Un "superacorazado", el Audacious era una evolución del diseño original del acorazado visto por primera vez en 1906, que había dejado obsoletos a todos los demás acorazados y alimentado la carrera armamentística entre Gran Bretaña y Alemania.

Tras el largo descenso, caemos hacia la gigantesca barbeta que antaño protegía una de las cinco torretas de cañones principales con 25 mm de blindaje. A pesar de tal protección, este barco encontró su fin en octubre de 1914 a manos de una mina colocada por el transatlántico SS Berlín, que desencadenó una enorme explosión que lo envió al fondo del mar, a 65 metros de profundidad. La devastación cerca de la proa desprendida cuenta la historia de los últimos momentos del barco y en el campo de escombros encontramos un solitario cañón secundario de 4 pulgadas/101 mm. A continuación nos dirigimos a una de las torretas principales, cuyos dos cañones de 13,5 pulgadas /343 mm aún están acoplados. Este buque de 23.400 toneladas tenía diez de estos cañones principales y, dos años después de su pérdida, se vio el verdadero horror del combate entre acorazados cuando sus buques gemelos se enfrentaron a la Flota Alemana de Alta Mar en la Batalla de Jutlandia. Miles de hombres murieron en ambos bandos mientras los acorazados se lanzaban mutuamente enormes proyectiles explosivos desde cañones como éstos.

A medida que se agota el tiempo, nos dirigimos hacia el casco principal volcado del barco, una forma habitual de asentamiento de los acorazados debido al peso de los cañones y el blindaje de cubierta.Nos espera más de una hora de paradas de descompresión mientras el pecio del Audacious se desvanece en la distancia, pero los recuerdos de bucear en este revolucionario diseño de buque de guerra nunca se olvidarán.

Gracias a Steve Jones