El caso de los gigantes marinos en retroceso

Un estudio colaborativo internacional ha descubierto la verdad: que se ha exagerado el tamaño de muchas criaturas marinas más grandes que la vida real. La investigación -en la que participaron 25 especies, entre ellas la ballena azul, el calamar gigante y el gran tiburón blanco -comparó las medidas de tamaño que figuran en bases de datos y registros históricos con especímenes de museo. Publicando sus resultados en la revista Peerj, los investigadores concluyeron que, en muchos casos, las tallas documentadas son mucho mayores que las de los especímenes reales. Como resultado de esta investigación, el calamar gigante (Architeuthis dux) se redujo de la supuesta longitud de hasta 19 metros a 12 metros. Una de las razones de la discrepancia puede ser el hecho de que, al descomponerse, los músculos del cadáver del animal se habrían estirado. En cuanto al tiburón ballena (Rhincodon typus), perdió 2,5 metros y su longitud máxima se redujo a unos verificables 18,8 metros. De forma similar, el tamaño máximo del gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias) descendió de 8 a 7,13 metros. Y en caso de ataque, el tamaño declarado del tiburón solía ser mucho mayor que el real. En tales situaciones, los investigadores observaron una correlación entre la gravedad del ataque y el tamaño declarado del tiburón, tal vez porque ser atacado por un tiburón de pequeño tamaño no resulta tan impresionante. Sin embargo, en el caso de la ballena azul (Balaenoptera musculus), el estudio confirma como exacta la longitud récord de 33 metros de la que se ha informado. Ver el estudio aquí.