Stop Finning - Detener el comercio

Iniciativa Ciudadana Europea contra el cercenamiento de las aletas de tiburón

SHARKPROJECT y muchas otras ONG apoyan las demandas de la Iniciativa Ciudadana Europea "Stop Finning - Stop the Trade" para poner fin al comercio de aletas de tiburón en la Unión Europea (UE). La recogida de firmas ha comenzado el 1 de febrero de 2020 y durará un año hasta que se hayan reunido un millón de votos en total de al menos siete Estados miembros de la UE. El comercio de aletas de tiburón se basa en la práctica derrochadora y poco ética de cortar las aletas a los tiburones y devolver el animal al océano cuando aún está vivo. Debido a su alto valor comercial y a su uso en una sopa tradicional en la cultura asiática, el cercenamiento de las aletas de tiburón sigue practicándose y Europa es uno de los principales actores en el comercio mundial de aletas. Cada año se matan entre 63 y 273 millones de tiburones, y muchas especies están cada vez más amenazadas en todo el mundo. En todo el mundo se persigue a los tiburones por su carne y su aceite de hígado, pero la mayor amenaza sigue siendo el cercenamiento de sus aletas. La fuerte erosión de las poblaciones de tiburones en todo el planeta tiene graves repercusiones, ya que muchos tiburones son "depredadores ápice" y desempeñan un papel activo en el mantenimiento de unos ecosistemas marinos sanos y productivos. La Iniciativa Ciudadana Europea "Stop Finning - Stop the Trade" empezó a recoger firmas el 1 de febrero de 2020. Los ciudadanos de la UE tendrán ahora un año para apoyar el cambio solicitado recogiendo un millón de votos para exigir el fin del comercio de aletas de tiburón en la Unión Europea: https://eci.ec.europa.eu/012/public Al pedir que "se ponga fin al comercio de aletas en la UE, incluidas la importación, la exportación y el tránsito de aletas que no estén adheridas de forma natural al cuerpo del animal", estos ciudadanos pretenden reforzar el marco jurídico de la UE. Si su esfuerzo tiene éxito, la Comisión Europea podría decidir proponer un nuevo reglamento para lograr este objetivo. Esta nueva normativa iría un gran paso más allá del actual marco jurídico de la UE, que exige -desde 2013 y para todas las embarcaciones de la UE- que las aletas permanezcan adheridas al cuerpo del tiburón hasta su descarga en puerto. Sin embargo, después las aletas pueden separarse y comercializarse en todo el mundo. Aunque supone una gran mejora respecto a la anterior normativa de la UE, este requisito sigue permitiendo que las aletas se comercialicen en toda Europa y que los pescadores de la UE alimenten la fuerte demanda asiática de sopa de aleta de tiburón. En junio de 2019, Canadá se convirtió en el primer país del grupo G7 en prohibir las importaciones de aletas de tiburón en su territorio, y los ciudadanos de todo el mundo piden cada vez más el fin de estas prácticas crueles e inútiles. Europa debe seguir su ejemplo. Los ciudadanos europeos tienen el poder de mostrar su voluntad de una mayor protección de la fauna salvaje a los responsables de la UE. En un momento en que la comunidad científica da regularmente la voz de alarma sobre la fuerte erosión de la biodiversidad y los riesgos asociados al cambio climático, no tenemos más remedio que cambiar nuestros modelos de producción y consumo. ¡Ya es hora de acabar con el comercio de aletas de tiburón en Europa! Esta iniciativa ya cuenta con el apoyo de 20 ONG ecologistas, entre ellas SEA SHEPHERD, SHARKPROJECT, BLOOM, Blue Sharks, APECE, iSea, The Global Shark Conservation Initiative (TGSCI), STOP FINNING, Sharks Mission France, Sharks Educational Institute (SEI), AktionsgemeinschaftArtenschutz, Mundus maris, Gesellschaft zurRettung der Delphine, Deutsche Meeresstiftung, VDST, Deutsche Stiftung Meeresschutz (DSM), Shark Savers Germany, The Dolphins' Voice, Pro Wildlife y EJF, y siguen sumándose más organizaciones.
Para ser validada, una Iniciativa Ciudadana Europea debe reunir al menos un millón de firmantes en total y alcanzar un umbral en al menos siete Estados miembros. Estos umbrales corresponden al número de diputados al Parlamento Europeo elegidos en cada Estado miembro, multiplicado por 750.