Islandia quiere matar más de 2.000 ballenas en los próximos años

Carne de ballena islandesa probablemente destinada al mercado japonés

El Ministro de Pesca islandés concedió un permiso para continuar la caza de ballenas el 19 de febrero de 2019. Durante los próximos cinco años, los balleneros podrán matar más de 2.000 rorcuales comunes y rorcuales aliblancos. La organización Conservación de Ballenas y Delfines (WDC) condena enérgicamente la decisión

Recientemente, Japón anunció su retirada de la Comisión Ballenera Internacional. En el futuro, los balleneros japoneses sólo cazarán ballenas dentro de la zona japonesa de 200 millas (la ZEE de Japón). Japón es el principal mercado de la carne de rorcual común islandesa. Dada la actual incertidumbre sobre los futuros rendimientos de las operaciones balleneras japonesas, es muy probable que Islandia vea ahora la oportunidad de intensificar el comercio de carne de ballena con Japón.

La caza de ballenas de Islandia está sometida a una controvertida "advertencia" contra la Moral Ballenera Global de la Comisión Ballenera Internacional. Desde 2006, los balleneros islandeses han matado 851 rorcuales comunes. Sólo el verano pasado, 145 rorcuales comunes y dos raros híbridos de ballena azul y rorcual común (ver también: los_balleneros_de_Islandia_matan_al_rorcual_azul) y al menos una docena de hembras embarazadas murieron junto con sus bebés nonatos.

Esto desencadenó protestas internacionales y locales. Cuando el gobierno anunció una revisión de la caza de ballenas el pasado otoño, había grandes esperanzas de que pudiera poner fin a la caza de ballenas islandesa. En lugar de ello, en enero se publicó un informe solicitado por el Ministerio de Pesca. En él se afirma que la caza de ballenas es beneficiosa para la economía islandesa en su conjunto y no afecta al turismo. El informe ha sido duramente criticado por los científicos islandeses y el sector de la observación de ballenas, así como por la asociación de turismo, por basarse en datos antiguos o falsos. Incluso el ministro de Pesca, que había encargado el informe, tuvo que admitir que el informe era erróneo.

"En un momento en que los escolares se manifiestan contra el cambio climático y la diezma de la biodiversidad, la decisión del gobierno islandés de seguir matando ballenas es una declaración de bancarrota científica y moral,", afirmó Astrid Fuchs, directora de programas de WDC.

En la decisión del ministro de Pesca también ha influido la sorprendente producción de rorcuales comunes por parte de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) el año pasado. Según la UICN, el cambio se hizo en parte porque la caza comercial de ballenas estaba "bajo control". Sin embargo, no es posible realizar una evaluación rigurosa basada en los criterios utilizados para la inclusión en la lista. El cambio se basa en "previsiones plausibles sobre el tamaño de la población mundial".

Más información: https://de.whales.org.

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