¿Cuánto metano procede del océano?

Un nuevo estudio reduce las incertidumbres sobre las emisiones de gases de efecto invernadero

El metano (CH4) es un potente gas de efecto invernadero que tiene fuentes tanto naturales como antropogénicas. El océano también desempeña un papel importante en este sentido. Un nuevo estudio realizado por científicos alemanes y estadounidenses, con la participación del Centro GEOMAR Helmholtz de Investigación Oceánica de Kiel, publicado en la revista Nature Communications, puede reducir en dos tercios las incertidumbres sobre las emisiones globales de metano oceánico

El metano (CH4) representa aproximadamente el 20% del efecto invernadero antropogénico. El impacto antropogénico sobre el contenido atmosférico de metano no sólo se debe a las emisiones directas, sino también a los cambios inducidos por el clima en el ciclo natural del CH4. Entre las fuentes naturales de metano se encuentra el océano, pero las estimaciones recientes de las emisiones de metano procedentes del océano están asociadas a grandes incertidumbres.

Esto se debe a que todavía hay muy pocas mediciones de las concentraciones de CH4 en el océano y a que la distribución del CH4 en el océano es muy variable. Mientras que las concentraciones superficiales en regiones biológicamente improductivas del océano abierto están casi en equilibrio con la atmósfera, pueden ser más de 1.000 veces superiores en algunas zonas costeras poco profundas. Las recientes estimaciones globales de la fuente de metano oceánico se han compilado agregando los resultados de varios estudios regionales.

El estudio recientemente publicado presenta la primera estimación global de emisiones de metano oceánico basada en la compilación de todos los datos disponibles de CH4 oceánico global de superficie. A partir de ellos, se creó primero una climatología global del desequilibrio de metano entre el océano y la atmósfera (ΔCH4). A continuación, estos datos se utilizaron para entrenar dos modelos de aprendizaje diferentes de Redes Neuronales Artificiales (RNA) y Bosques de Regresión Aleatoria (RRF) que utilizan los datos individuales para calcular un mapa continuo y global de distribución del ΔCH4. La distribución de ΔCH4 resultante se utilizó para calcular el flujo global de CH4 del océano. Este cálculo se completó con una estimación del flujo de CH4, que se complementa con la emisión directa de burbujas de metano que ascienden desde el sedimento hasta la superficie del agua.

La mayoría de los datos utilizados para crear los mapas de ΔCH4 proceden de la base de datos MEMENTO (MarinE MethaneE and NiTrous Oxide, https://memento.geomar.de), mantenida por GEOMAR. "El estudio presentado ahora muestra el valor añadido de compilar datos de campañas de medición individuales en un conjunto de datos completo y armonizado", explicó la Dra. Annette Kock, de GEOMAR, coordinadora de la base de datos y coautora del estudio actual. La nueva estimación de las emisiones de metano se sitúa entre 6 y 12 teragramos (Tg) de CH4 al año, lo que reduce la incertidumbre sobre la fuente de metano oceánico en dos tercios en comparación con las estimaciones anteriores (5-25 Tg CH4 al año). "Nuestro trabajo contribuye a determinar mejor el presupuesto atmosférico de metano", explica Kock.