El impacto del cambio climático amenaza la vida oceánica

Un nuevo informe de Greenpeace pide una acción mundial para salvar los océanos

Grandes partes de los océanos podrían fracasar pronto en sus funciones como ecosistemas y como almacenamiento de CO2, si la atmósfera sigue calentándose sin freno.

Ésta es la conclusión del nuevo Informe de Greenpeace " 30X30 En aguas calientes". El estudio resume el estado de la investigación y advierte insistentemente: Incluso hoy, los océanos, con su acidificación, la subida del nivel del mar y el calentamiento de la temperatura superficial, muestran claros signos de calentamiento global. Para evitar que se colapsen, los gobiernos de todo el mundo deben reducir drásticamente los gases de efecto invernadero y proteger al menos el 30% de los océanos del mundo para 2030. "Los océanos son vitales para la humanidad. Suministran el oxígeno para una de cada dos respiraciones en nuestro planeta azul y alimentan a millones de personas. La ciencia aporta datos alarmantes e insta a los gobiernos a actuar con urgencia", afirma el experto marino de Greenpeace Thilo Maack.

La actual Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático de Madrid ha abierto una ventana de doce meses de rondas de negociaciones globales, en las que pueden tomarse decisiones importantes para la protección marina y climática. En las cumbres sobre el clima de España y el Reino Unido, por ejemplo, se están adoptando medidas más ambiciosas para hacer frente a la crisis climática. Para mantener la resistencia de los océanos a la crisis climática y limitar la extinción de especies en los océanos, las Naciones Unidas tendrán la oportunidad de acordar un tratado mundial sobre los océanos el año que viene. Esto podría sentar las bases de una red de áreas protegidas globales. "La reducción de las emisiones de CO2 a la tierra y las nuevas zonas protegidas en el mar deben ir de la mano. La crisis climática es también una crisis oceánica", afirma Maack.

En la lucha contra la crisis climática, los océanos son uno de los aliados más importantes. Ahorran alrededor de un tercio de todas las emisiones terrestres de CO2. Pero las consecuencias son dramáticas: una extinción sin precedentes de especies -provocada por la crisis climática, la sobrepesca y la basura- está cambiando muchos ecosistemas marinos y poniendo en peligro la seguridad alimentaria de las personas que se abastecen principalmente del mar. La subida del nivel del mar hace inhabitables muchas zonas costeras.

Greenpeace insta a los gobiernos a abordar el calentamiento global, la extinción y la conservación de los océanos. Muchas regiones se encuentran bajo presión y ya están gravemente amenazadas. Entre ellas se encuentran el Ártico y el Antártico, así como regiones con grandes poblaciones de ballenas, arrecifes de coral, manglares, praderas marinas y el Mar de los Sargazos en el Océano Atlántico. Las profundidades marinas deben permanecer cerradas a la industria minera en los bloques de salida para no dañar aún más la salud de los océanos.