Un submarinista egipcio batirá el récord mundial de inmersión más profunda

El submarinista egipcio Wael Omar está pensando a lo grande. No sólo quiere batir el actual récord mundial de inmersión más profunda, de unos 332,35 metros, sino que también quiere alcanzar los 400 metros de profundidad. Esto ha hecho que muchos médicos califiquen de arriesgada la inmersión del 30 de marzo, que se realizará en Sharm el-Sheik. El 18 de septiembre de 2014, el submarinista egipcio Ahmed Gamal Gabr se sumergió a 332,35 metros, en el Mar Rojo, frente a la costa de Dahab, tardando 12 minutos en alcanzar la profundidad y saliendo a la superficie unas 15 horas después. El próximo intento de récord de Omar no sólo pondrá a prueba su resistencia física, sino que supone un reto en términos de logística. Veinticinco buzos de apoyo con cerca de 120 botellas le acompañarán hasta 140 metros de profundidad. Allí, asegurarán las botellas de oxígeno que Omar necesitará para ascender a la superficie. Se calcula que el descenso duraría sólo 19 minutos, pero para volver a la superficie con seguridad, Omar tendría que realizar su ascenso durante 28 horas. De este modo se evitaría la aparición de los innumerables riesgos que conlleva un ascenso rápido. El rápido aumento de la presión puede provocar el síndrome HPNS (síndrome neurológico de alta presión), en el que la membrana nerviosa queda comprimida por la alta presión. Esto provoca un cambio en el "transporte de señales" del organismo Los síntomas iniciales causados por el rápido aumento de la presión pueden empezar a aparecer cuando el buceador se encuentra a 150 ó 200 metros de profundidad: los llamados "temblores de helio". Esta afección se manifiesta como un temblor involuntario de los dedos, que hace casi imposibles las tareas manuales exigentes. Al aumentar la profundidad, aparecen otros síntomas como mareos, náuseas, desorientación y deterioro de la capacidad mental. Al alcanzar los 140 metros, se procederá a la primera sustitución de los tanques y comenzará la larga -muy larga- fase de descompresión. Se calcula que durará más de 24 horas... En total se necesitarían más de 160 tanques para esta formidable hazaña. Después de obtener el título de Buceador de Aguas Abiertas en 1998, Omar se ha convertido en divemaster e instructor en Egipto. Desde 2001, ha emprendido el camino del submarinismo profesional y ha realizado numerosas inmersiones profundas. Mientras tanto, en los foros y en los círculos de buceo se habla mucho de la sensatez y la seguridad de realizar inmersiones de tal calibre. No obstante, Omar sigue centrado en sus objetivos, planificando concienzudamente y al detalle cada paso para asegurarse de que los riesgos que conlleva son marginales.