Desde la pequeña cala donde está amarrado el barco, descendemos a un lecho marino rocoso que alcanza profundidades de 20-25 metros. De vuelta cerca de la zona de amarre, encontramos la característica más interesante de este lugar: una cueva bastante grande de unos 25 metros de largo, situada a sólo 8 metros de profundidad.

Avanzamos por un fondo marino de arena y roca hacia los roques, dando vueltas a su alrededor. La parte más impresionante es la del mar abierto, donde llegamos a una impresionante pared vertical. Luego ascendemos a una plataforma a unos 15 metros, y finalmente regresamos al punto de amarre a través de un estrecho pasadizo que nos lleva de nuevo al s

Cerca de la línea de costa, la pendiente conduce a una bajada que comienza a 20m, después de descender hasta la profundidad máxima permitida para la inmersión, se comienza a ascender hasta una meseta a 6m donde se puede pasar por un pequeño paso de natación antes de hacer la parada de seguridad.

Una inmersión muy especial y hermosa a la que no siempre se puede acceder debido al fuerte viento que sopla siempre en la isla. No está dentro de la Reserva Marina, ¡pero es como si lo estuviera!

Seguimos un barranco al oeste del punto de amarre que se hace gradualmente más profundo. Llegamos a una pared vertical con una pequeña cueva poco más allá de los 30 metros. El fondo marino junto a la bajada se compone de arena de color bastante claro.

Descendemos gradualmente a lo largo de una lengua de lava que bordea un fondo de arena clara por su lado oriental. Al ascender por el lado occidental, podemos explorar los recovecos de la roca, sobre todo en la zona menos profunda.

Comenzamos el descenso a menos de 10 metros de profundidad y gradualmente alcanzamos mayores profundidades, atravesando varias crestas rocosas y barrancos adyacentes. A medida que profundizamos, el fondo marino se vuelve más uniforme, con amplias manchas arenosas. Merece la pena visitar una cueva en aguas menos profundas.

Este es el primer emplazamiento y el más cercano al puerto de La Restinga, desde las bollas de la Reserva Marina Mar de las Calmas. Nada más salir del puerto en dirección este, este sitio está a sólo 100 metros de la entrada y a sólo 20 metros del exterior del puerto.

Es donde siempre hacemos las noches, los cursos de buceo y los bautizos. Goza de una increíble limpieza de sus aguas. La playa de La Restinga está en el mismo lugar y ha recibido la "bandera azul" por la pureza de sus aguas.

Descendemos hasta una plataforma bastante llana a unos 20 metros y continuamos hasta llegar al borde de un desnivel que cae por debajo de los 40 metros en algunas zonas. A lo largo de la pared, hay cuevas y grietas. Ascendemos por la pared de vuelta a la meseta, pasando por varios cañones de camino al punto de amarre.