Imagina un lugar de buceo al que puedes llegar en viajes diarios desde la isla de Santa María donde, cuando la temperatura del agua es, más o menos, superior a 22 ºC (entre julio y octubre), en más del 90% de las inmersiones allí, puedes tener muchas mantas grandes (móbulas) a tu alrededor todo el tiempo, a veces con más de 30 móbulas.