Con hembras capaces de crecer hasta 7 metros de largo, el gran tiburón blanco es el mayor pez depredador de la tierra. Debe su nombre al color claro, casi blanco, de su vientre, lo que lo hace casi invisible a las presas que miran desde el fondo del mar. Su cuerpo es similar en construcción a un torpedo, lo que los hace muy buenos y rápidos nadadores. De hecho, pueden alcanzar velocidades de hasta 25 km/h y, como las ballenas, tienen la capacidad de lanzar todo su cuerpo fuera del agua. No muchas especies se alimentan de los grandes blancos, pero si son atacados, pueden girar los ojos hacia adentro para protegerse. Sus ojos pueden absorber la luz débil, permitiéndoles ver mejor en el crepúsculo que un gato.